escondidas

Lo de las FARC siempre me llamó la atención porque tiene algo de VictorSuerismo: por un tiempo (que en el caso de Victor fue menor) la persona se pierde en un lugar, un limbo que el resto desconoce, que no sabe bien como es y, lo que es mas importante, no se sabe si el otro vuelve en algún momento.

Es cierto que los secuestrados por las FARC son un montón y casos como el de Victor, al menos que se hayan conocido, son menores y más inciertos. Pero es lo mismo.

Pero lo que quería decir al respecto es otra cosa. A mi me llama la atención que a los 15 minutos de ser rescatados, y después de haber pasado por un montón de maltratos, enfermedades y hambre, ya estén hablando lo más bien enfrente de las cámaras. Cuando liberaron a Clara Rojas yo me imaginaba una mina tartamudeando, consumida por el llanto, con cara de desencajada y pidiendo ver a su hijo o a su esposo (bah, éste último mucho no le convenía porque por ahí le pedía un par de incómodas explicaciones). O en una crisis de nervios, no sé. Pero no como si no hubiese pasado nada. Y no porque yo tenga una sobredosis de películas berretas o novelas mexicanas, sino porque no podés estar como si nada después de 3 o 6 años de cautiverio.

La chiquita austríaca cuyo captor se tiró a las vías del tren estaba actuando? Toda la gente que secuestran por dos horas también está actuando? O los colombianos son inmunes a este tipo de agresiones? Es raro.


Ah y un pequeño detalle: la entrada en wikipedia sobre Clara Rojas estoy segura de que la hizo un argentino porque subió una foto de su reunión con Cris.