Hay nombres que llevan consigo todo un mundo a cuestas. No sé si es casualidad o causalidad, pero pasa. Por ej, creo que el 99% de las chicas que trabajan limpiando casas se llaman Mari. O las profesoras de inglés Mary. Y así hay muchos otros ejemplos más.
Graciela, por ejemplo, es nombre de empleada pública (confío en que la inteligencia de quienes lean esto va a hacer que no anden llorando a sus parientes llamados Graciela en los comments, eh, que estamos grandes chicos, y yo me llamo Eliana por una chilena que conocieron mis viejos durante la dulce espera).
Bueno, les decía, hoy justamente estuvimos hablando de eso con un amigo que anduvo por capital haciendo unos trámites. Mientras íbamos buscando algún lugar para imprimir me contó que la mujer con la que tenía que encontrarse para hablar en la entidad pública a dónde íbamos se llamaba Graciela.
Llegamos finalmente, le presenta los papeles y (como era de esperarse) Graciela (de capital) tuvo que llamar a otra persona para corroborar que todo lo escrito en la hoja membretada que le estaban entregando era correcto. Y ahí se comprobó lo que veníamos hablando:
Graciela (de capital): Hola, Graciela? Si, habla Graciela de Capital, como andás? Quería verificar con vos lo siguiente....
HAY UNA GRACIELA POR SUCURSAL!
naranjas
jueves, 9 de octubre de 2008 |
dichas por
eliana
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19:59