feria del broli

Es tradición familiar ir a hacinarse a la feria del libro año tras año, desde que yo tengo unos 6 añitos más o menos.

Yo puteo por este evento, pero varias veces rindió sus frutos: el año pasado me compré un librito de fotos de
Maradó que venía con la revista caras (a tres pesos) que es la envidia de varios de mis amigos y, además, este año ya estaba agotado. Pienso pedir fortunas por él cuando se muera el gordo. Es mi pequeña inversión a futuro.

Esta vez estaba lleno de negros cabeza que no paraban de gritarse, señoras
que perdineron a sus niños entre tanto papel y gentío y mucha mucha gente pelotudeando como si fuera un shopping, en el único contacto que van a hacer hasta el verano con la lectura, en dónde comprarán seguramente el último de Bucay o algún ladri por el estilo.

Así que con motivo de esta hermosa salida familiar dejo aquí a continuación algunas postales. Lástima no haber llevado la cámara a la cena y no tener ninguna de cuando casi nos tienen que intubar para que nos entre el postre y mi viejo por poco termina repartiendo una ronda de insulina para todas así no quedábamos ciegas (es diabético, si).


(no, no es Susana, ni un travesti, ni Leevon)


(hermana de 19 años a la izquierda, hermana de 24 a la derecha)


(algunas ofertas a 4 pesos que casi compro)



(traductores osados usan la palabra "callejero")